Durante los días 14 y 15 de obra abordamos una de las fases cruciales para el confort de la vivienda: la instalación del sistema de suelo radiante.
Este sistema de calefacción de baja temperatura es una de las claves del alto rendimiento energético de nuestras casas industrializadas, ya que permite una distribución uniforme del calor y un consumo muy eficiente.
El suelo radiante no es un elemento aislado, sino que forma parte de un sistema térmico completo, diseñado y ejecutado para trabajar en conjunto con la aerotermia y el aislamiento de la vivienda.

Preparación de la base: aislamiento y control térmico

Antes de la colocación de las tuberías, la solera se prepara con una capa continua de aislamiento térmico XPS, que actúa como barrera frente a pérdidas de calor hacia el terreno.
Este aislamiento garantiza que la energía generada por el sistema de calefacción se dirija exclusivamente hacia el interior de la vivienda, mejorando el rendimiento y reduciendo el consumo energético.
Sobre esta base aislante se dispone una lámina técnica con retícula, que facilita el replanteo y la correcta separación de los circuitos, asegurando una instalación precisa y ordenada.

Colocación del suelo radiante

En estas jornadas se instalan las tuberías del suelo radiante, distribuidas en circuitos perfectamente calculados según cada estancia.
El trazado no es aleatorio: se diseña previamente para garantizar una temperatura homogénea, evitando zonas frías o sobrecalentadas.Cada tubo se fija a la base, respetando radios de curvatura, distancias y pasos definidos en proyecto.

En las imágenes puede apreciarse cómo el sistema se adapta a la geometría real de la vivienda. El colector, que centraliza todos los circuitos, permite un control independiente por zonas, lo que se traduce en mayor confort y eficiencia en el uso diario de la vivienda.

Un sistema pensado para la eficiencia energética

El suelo radiante trabaja a baja temperatura, lo que lo convierte en el complemento ideal para sistemas de aerotermia.
Esta combinación permite reducir significativamente la demanda energética, mantener una temperatura interior estable y mejorar la sensación de confort, sin corrientes de aire ni elementos visibles.
Además, al tratarse de un sistema integrado en la construcción, no interfiere con el diseño interior ni condiciona la distribución de los espacios.

Construcción industrializada: orden, limpieza y control

Como en el resto de fases del sistema constructivo DIY, la instalación del suelo radiante se realiza mediante un proceso limpio, ordenado y totalmente planificado.
No hay improvisaciones: cada paso responde a un cálculo previo y a una ejecución precisa en obra.
Esta forma de trabajar permite avanzar con seguridad hacia la siguiente fase: el vertido de la solera, que encapsulará el sistema y dejará la vivienda preparada para continuar con los acabados interiores.

Confort que se construye desde el suelo

El suelo radiante es mucho más que un sistema de calefacción: es una inversión directa en confort, eficiencia y bienestar a largo plazo.
En Sistemas Constructivos DIY diseñamos cada vivienda para que el confort no dependa de añadidos posteriores, sino que forme parte de la propia construcción.

Así seguimos avanzando en Sistemas Constructivos DIY, desde Aranda de Duero, en la provincia de Burgos, impulsando una nueva generación de casas industrializadas eficientes y sostenibles, diseñadas para ofrecer el máximo confort, durabilidad y ahorro energético en cada detalle.

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